Las gotas de sudor bajan
Desde mi cuero cabelludo
Hasta mis párpados
Como niños pálidos haciendo carreras
Desde el principio de una colina
Hasta el final;
Es como quien tiene la vista más suicida
Del abismo que sonríe;
Está bajo sus pies,
Y aún cuando el vértigo
Hace sopa con sus sesos,
Y usa el cuerpo de su razón como corbata,
Decide lanzarse,
Por amor a la muerte silenciosa;
Dulce como el sabor de la sangre
Y de los gusanos que nos comerán cuando durmamos.
‘’Quien llegue primero, gana’’,
Gritan con voces sordas...
Niños ahogados
Niños ahogados
En un mar negro yacen,
Arropados con sábanas líquidas.
Sus tumbas los esperan
En el piso cristalino del mar
Al que no se le puede ver fin,
Ni fondo.
Y yo levanto mi cabeza,
Y sonrío
Viéndolos desde el fondo.
Tengo
compañía.
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